(1) Samaria llevará su pecado, porque se rebeló contra su Dios; caerán a espada; sus niños serán estrellados, y sus mujeres encintas serán desgarradas. (2) Vuelve, oh Israel, a YIHWEH tu Dios, porque has tropezado en tu iniquidad. (3) Llevad con vosotros palabras y volveos a YIHWEH, y decidle: Perdona toda iniquidad, y acepta el bien; y pagaremos por becerros la ofrenda de nuestros labios. (4) Asiria no nos salvará, ni montaremos a caballo, ni a la obra de nuestras manos llamaremos más dioses; porque en ti hallará el huérfano misericordia. (5) Yo sanaré su rebelión, los amaré generosamente, porque de ellos se apartó mi ira. (6) Yo seré como rocÃo para Israel; florecerá como lirio, y extenderá sus raÃces como el LÃbano. (7) Sus ramas se extenderán, y será su gloria como la del olivo, y su fragancia como la del LÃbano. (8) Los que moran bajo su sombra volverán a hacer crecer el trigo, y florecerán como la vid; su olor será como el del vino del LÃbano. (9) EfraÃn dirá: «¿Qué tengo yo ya que ver con los Ãdolos?» En cuanto a mÃ, yo le respondo y lo miro; soy como un frondoso ciprés; de mà se sacará tu fruto. (10) El que es sabio, que entienda estas cosas, el que es prudente, que las conozca. Porque los caminos de YIHWEH son rectos, y los justos andan por ellos, pero los transgresores tropiezan en ellos.