(1) Aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas, (2) que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres escogiendo entre todas. (3) Y dijo YIHWEH: No permanecerá mi espíritu en el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; por tanto, serán sus días ciento veinte años. (4) Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después, cuando los hijos de Dios se llegaron a las hijas de los hombres, y ellas les engendraron hijos; éstos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre. (5) Y vio YIHWEH que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. (6) Y se arrepintió YIHWEH de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. (7) Y dijo YIHWEH: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; porque me arrepiento de haberlos creado.
PARASHAT NOAJ
(8) Pero Noé halló gracia ante los ojos de YIHWEH. (9) Estas son las generaciones de Noé. Noé fue en sus generaciones un hombre justo y de corazón perfecto; con Dios anduvo. (10) Y engendró Noé tres hijos: Sem, Cam y Jafet. (11) Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia. (12) Y miró Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida, porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra. (13) Y dijo Dios a Noé: He aquí el fin de toda carne, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra. (14) Hazte un arca de madera de gofer; (15) Y de esta manera la harás: la longitud del arca de trescientos codos, su anchura de cincuenta codos, y su altura de treinta codos. (16) Una luz harás al arca, y la acabarás a un codo por arriba; y pondrás la puerta del arca a un lado; le harás piso bajo, segundo y tercero. (17) Y he aquí que yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda carne en que haya aliento de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra perecerá. (18) Pero estableceré mi pacto contigo, y entrarás en el arca tú, y tus hijos, tu mujer, y las mujeres de tus hijos contigo. (19) Y de todo lo que vive, de toda carne, dos de cada especie meterás en el arca, para que tengan vida contigo; macho y hembra serán. (20) De las aves según su especie, y de los animales según su especie, de todo reptil de la tierra según su especie, dos de cada especie entrarán contigo, para que tengan vida. (21) Y toma para ti de todo alimento que se come, y guárdalo; y será para alimento para ti y para ellos. (22) Así hizo Noé; conforme a todo lo que Dios le mandó, así lo hizo.
2. Los hijos de Dios eran hombres que se pervirtieron, y cometieron abusos sexuales.
4. Nefilim (caídos) de nefal (caer).
5. La Escritura aclara que fue la «maldad de los hombres» la que ocasionó el diluvio, no se menciona a los ángeles en ningún momento.
6. Najam (lamentar). El Eterno no se arrepiente (1 Shmuel 15:29), más bien se entristeció.
9. Noaj halló gracia, porque era un varón justo, perfecto en su generación.
15. Un codo son de 45 a 60 cm.